Solo tus cartas me acarician –bella mujer.
¿Cómo no pude retenerte – sin fallecer?
Vengo a escuchar la silueta que dejó tu voz.
Qué saben ellos de distancias – nada de amor.
Qué saben ellos de ternura – y de ilusión.
Vengo a buscar documentos que compren pasión.
Duele, duele tu ser…
Llueve, llueve en mi piel.
Ven a beber la nostalgia que nos definió…
Solo el anhelo está alumbrando – esta oscuridad,
como ese viaje que vislumbra – extraña ciudad. Vengo
a entregar los papeles de la inmigración.
Probando el fruto prohibido – todo empezó con las
acrobacias del tiempo – se deshojó. Todo el amor
que en el huerto un beso prometió.
Duele, duele tu ser…
Llueve, llueve en mi piel.
Todo el amor que en el huerto un beso prometió…